DairyCast Ep. 21 - Méd. Vet. Leandro Tanzi
Rumiantes
Para lograr más establecimientos lecheros de vanguardia y alta performance.
Para asegurarnos que estamos logrando la maximización de consumo, en Provimi usamos el sistema de manejo de alimentación de Estados Unidos, el SLICK BUNK (comedero limpio o lamido) en donde el objetivo es que el comedero esté limpio pero que el animal esté satisfecho.
Tenemos algunas estimaciones propias, pero en Argentina las estadísticas son pocas. Tenemos datos sobre cuáles son los feedlots comerciales, que son los que hacen una gran cantidad de hacienda, pero después es difícil poder saber cuántos animales se recrían en esos pequeños establecimientos.
Nuestro principal desafío es para tratar de evaluar el manejo en la alimentación y en las curvas de consumo. Ahí es donde podemos hacer una evaluación clara y analizar si el manejo utilizado es el adecuado o si tenemos que introducir cambios y mejoras.
En algunos feedlots hacemos lecturas de comedero nocturnas porque en el manejo de comedero la clave es que el comedero esté limpio, pero con el extra de que esa limpieza se haya hecho hace 2 a 5 horas, como mucho, pero no desde el día anterior.
Si bien el negocio pasa por los beneficios que se pueden obtener entre la compra y la venta, un pilar fundamental para maximizar los resultados en feedlots es el manejo de la alimentación, ya que esto impacta directamente en la CONVERSIÓN.
Nosotros recomendamos una adaptación de 3 semanas. Sabemos que las bacterias del rumen cambian muy rápido, solo en cuestión de días. Luego el rumen debe elongar las papilas para poder aumentar su capacidad de absorción de ácidos grasos volátiles. Ese proceso lleva más o menos 14 días y sabemos también que no todos los animales empiezan a comer esa dieta de adaptación el primer día.