En los últimos años, en la Argentina, la actividad avícola ha ido creciendo en términos de producción y consumo, evolucionando y transformándose, hasta ocupar hoy el segundo lugar en importancia en las actividades pecuarias. Fortalecida por el incremento de la demanda interna y del valor agregado en toda la cadena, los productores locales también están enfocados en la exportación.