Introducción
La administración y alimentación con calostro son protocolos de manejo fundamentales para los tambos. Y sabemos que la forma en que se recolecta, almacena y administra puede influir en su calidad y en la salud y el crecimiento de los terneros jóvenes. En un reciente trabajo realizado en Irlanda se evaluó la contaminación del calostro, la absorción de IgG, la salud y el crecimiento de los terneros en cinco métodos diferentes de almacenamiento de calostro.
La investigación
En este trabajo se recolectó el primer ordeñe de 49 vacas (29 Holstein, 20 Jersey x Holstein). Sobre el mismo se aplicaron cinco tratamientos de alimentación con calostro: (1) calostro recolectado fresco, pasteurizado y administrado inmediatamente; (2) calostro recogido fresco y administrado inmediatamente; (3) calostro almacenado a 4ºC durante 2 días antes de administrarlo; (4) calostro almacenado a 13ºC durante 2 días antes de administrarlo; y (5) calostro almacenado a 22ºC durante 2 días antes de administrarlo. Los tratamientos 2, 3, 4 y 5 no se pasteurizaron. El calostro pasteurizado se pasteurizó a 60ºC durante 60 minutos. Todos los terneros fueron alimentados al 8,5% del peso al nacer dentro de las 2 horas posteriores al nacimiento. Los terneros fueron alimentados por medio de sonda esofágica. Luego fueron alimentados con leche de transición del segundo ordeñe o posterior durante cuatro tomas. Se tomaron muestras de sangre a las 0 y 24 horas de edad para medir la IgG. Después de las primeras 24 horas, los terneros se criaron de acuerdo con el manejo normal del tambo experimental.
Resultados
El calostro del primer ordeñe promedió 94 g de IgG/l, lo que excede el mínimo recomendado de 50 g de IgG/l, y no varió según el tratamiento. La leche de transición promedió 30,9 g de IgG/l. El consumo total de IgG en las primeras 24 horas desde el calostro del primer ordeñe más la leche de transición administrada después de la primera toma fue de 280 g, sin detectarse diferencias en los cinco tratamientos. La calidad microbiológica del calostro fue notablemente diferente. En la Figura 1, podemos ver que el calostro pasteurizado tuvo los recuentos más bajos de desarrollo bacteriano y que estos se acrecientan al estar fresco, almacenado a 4ºC, 13ºC y 22ºC. La sugerencia general es que el calostro debe tener un recuento bacteriano total de <100 000 por mililitro como para administrar en la primera toma. En este estudio, solo el calostro pasteurizado logró este objetivo.
Figura 1. Recuentos bacterianos en el calostro (UFC/ ml). PST = pasteurizado; FR = fresco; ST4 = almacenado a 4ºC durante 2 días; ST13 = almacenado a 13ºC durante 2 días; ST22 = almacenado a 22ºC durante 2 días.
a,b,c Medias con letras diferentes son diferentes, P <0,05.
En relación a las concentraciones séricas de IgG (Figura 2), estas variaron con los diferentes tratamientos. Los terneros alimentados con ST22 (almacenado a 22ºC durante 2 días) tuvieron una IgG en suero más baja que otros terneros. Los terneros alimentados con ST4 (almacenado a 4ºC durante 2 días) tuvieron una IgG en suero más alta. Curiosamente, los terneros alimentados con calostro pasteurizado no mostraron un aumento de las concentraciones séricas de IgG, lo que si se ha demostrado en muchos otros trabajos de investigación publicados. En general, las concentraciones séricas de IgG fueron altas en todos los tratamientos, de 24 g/l (ST22) a 46,4 (ST4) g/l. Estos valores son significativamente más altos que los de muchos otros estudios y podrían indicar la presencia de terneros Jersey en los grupos ya que esta raza normalmente tiene una mayor absorción de la IgG en suero, en comparación con los terneros Holstein.
Figura 2. Concentración sérica de IgG (g/l) en terneros alimentados con diferentes tratamientos. PST = pasteurizado; FR = fresco; ST4 = almacenado a 4 ºC durante 2 días; ST13 = almacenado a 13 ºC durante 2 días; ST22 = almacenado a 22 ºC durante 2 días.
a,b,c Medias con letras diferentes son diferentes, P <0,05.
Los tratamientos no tuvieron efecto sobre la ganancia de peso al momento del desleche o a los 6 meses de edad. Del mismo modo, no se observó ningún efecto sobre los episodios de salud (enfermedades respiratorias o entéricas). Sin embargo, 40 de los 75 terneros fueron tratados por al menos un episodio de enfermedad y se informaron un total de 60 casos. Sobre estos resultados es tentador concluir que las condiciones de almacenamiento y los recuentos bacterianos totales posiblemente no juegan un rol importante en la adquisición de inmunidad pasiva o en los episodios de salud o el crecimiento. No obstante, estos datos deben interpretarse con cautela. En primer lugar, solo había 15 terneros por tratamiento. Un mayor número de terneros (especialmente terneros sanos) podría haber permitido que las diferencias numéricas sean significativas. En segundo lugar, la incidencia de la enfermedad fue >50 % de los terneros del estudio. Por lo tanto, es difícil concluir si los efectos de los diferentes tratamientos influyeron en el aumento o la disminución de la enfermedad si la mayoría de los terneros (en todos los tratamientos) se enfermaron.
En general, se cree que la infección con un patógeno requiere una cierta "dosis infecciosa", es decir, se requiere un cierto número de organismos para causar una infección en un animal. La dosis infecciosa variará según el patógeno, el animal y las condiciones en que se alojan y manejan los animales. En cualquier caso, el calostro que contiene >1 000 000 de bacterias por mililitro es mucho más probable que contenga una dosis infectiva de un patógeno que el calostro que contiene <50 000 UFC/ml. En muchos casos, las bacterias en el calostro pueden ser no patógenas. Sin embargo, si un patógeno virulento contamina el calostro, entonces permitir que el patógeno se multiplique almacenándolo durante 2 días es un gran riesgo. Es mucho mejor pasteurizar y congelar el calostro si no se va a utilizar en las primeras 24 horas. Que este estudio no haya mostrado diferencias significativas en enfermedades o mortalidad puede ser simplemente buena suerte para los terneros del estudio.
Resumen
Este estudio demostró que el almacenamiento de calostro durante 2 días, bajo cualquier condición, condujo a un rápido crecimiento de la contaminación bacteriana. Es para destacar también, que incluso el calostro fresco supuestamente recolectado con un equipo limpio, tuvo recuentos de bacterias >100 000 UFC/ml. Este objetivo debería lograrse si se tiene el cuidado adecuado en la limpieza del equipo de recolección y se manipula con extrema higiene el calostro al recolectarlo.
Referencia
Cummins, C., D. P. Berry, J. P. Murphy, I. Lorenz y E. Kennedy. 2017. El efecto de las condiciones de almacenamiento del calostro en la concentración sérica de inmunoglobulina G de terneras lecheras y en la tasa de crecimiento y la salud antes del desleche (The effect of colostrum storage conditions on dairy heifer calf serum immunoglobulin G concentration and preweaning health and growth rate). Journal of Dairy Sciencie 100:525-535.
Escrito por
Dr. Jim Quigley (11 de febrero de 2017)
Traducido por Andrea Margutti
© 2017 por el Dr. Jim Quigley
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